No sólo porque es un gran actor con 37 telenovelas (algunas en el extranjero)
en su trayectoria, sino porque desde hace años, es de los que funge como “salvador emergente”, cuando es llamado
para levantar el rating de telenovelas que no están funcionando, como sucedió
recientemente con LA MALQUERIDA, en
la que a pesar de la presencia de la Ruffo, resultó que la pareja protagónica, Ariadne Díaz y el peruano Christian Meyer,
como que no gustaron. No por malos actores, sino por los personajes que les
tocaron. Además, entre tanta paja y subtramas insulsas y ya muy vistas como
relleno, Victoria Ruffo, convertida en
la verdadera protagonista, necesitaba un galán de peso. Y ahí entró Arturo Peniche (con quien ya había
hecho pareja en otros teledramas como Victoria).
Y ahora, en medio de una historia tan adulterada y deformada, Cristina (la Ruffo) no podía quedarse sola,
traicionada y engañada por el cínico de su marido y la hija. Así que,
Peniche, se convierte, finalmente, en el galán de Victoria Ruffo, la pareja que
salvó a esta deficiente telenovela y, lo más importante, poco a poco hizo que
fuera subiendo su nivel de audiencia.
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ResponderEliminarlo siento pero creo que estas moldeando las cosas a tu modo.
ResponderEliminar¿Y en qué te basas para decir que es a mi modo? Bueno. Es tu punto de vista. De cualquier forma es mi blog y yo sólo pedí a mis seguidores en Twitter que me ayudaran a decidir. Y el señor Peniche es el que obtuvo más opiniones a favor.
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