domingo, 31 de julio de 2016

CUADRO DE HONOR / EL HOTEL DE LOS SECRETOS

No siempre –o, más bien, muy pocas veces– la calidad tiene que ver con altas audiencias, al menos en México. Y esto, hablando de las telenovelas, luego de años y años (sobre todo los más recientes) en los que sin un producto realmente sobresaliente, surgió la moda de las “fórmulas comprobadas” o más bien, “fórmulas fáciles”, llámese refritos o remakes (por nombrarlos de una forma más elegante) incluido el término de la “inspiración” (todavía más elegante) refiriéndose a tramas “inspiradas” en otras más antiguas y, lo peor, trilladas. Y si a esto agregamos que con tal de alargar las historias originales, a los ingeniosos escritores (apoyados por los productores) les dio por recurrir a la paja a destajo, resultó inevitable (y también más fácil) incluir los clichés y arquetipos de siempre. El resultado: telenovelas desastrosas en las que se repite hasta el cansancio la misma historia con una que otra variante.
            Y lo peor: mientras en países como España, Brasil o Turquía (como ejemplo más reciente) el género fue evolucionando, dando lugar a verdaderas joyas y hasta obras de arte, más que simples telenovelas, México se quedó a la deriva, en un estancamiento sin remedio, luego de haber sido líder en tiempos de Los Ricos También Lloran, a principios de la década de los 80, en el siglo pasado.
            Los tiempos cambian y aunque el gran público mexicano se haya acostumbrado sin chistar a esa época de refritos, llegó el momento en que esos refritos, ya no alcanzaron el mismo nivel de audiencia que al principio. Entonces, surge la necesidad de un cambio, de mostrar en pantalla algo diferente, realmente diferente.
            Y a falta de oportunidad a nuevos escritores, los de siempre (brincando de telenovela en telenovela) se quedaron como simples adaptadores, destrozando (en la mayoría de los casos) esas historias que en su tiempo (muchos años atrás) alcanzaron el éxito.
            El gran paso surge cuando (como ha sucedido en otros países) aparecen las series, muchas de ellas también en el género del melodrama, de la historia de amor como eje central, como sucede en la española Velvet (la Cenicienta pobre y el muchacho rico), pero a otro nivel, un nivel muy superior en el que se nota la inversión y el ingenio para darle la vuelta a la tortilla y lograr un producto diferente, aderezado con suspenso, acción, tensión…
            Como sucede también en El Hotel de los Secretos. Sí, refrito de la serie española Gran Hotel. Pero un refrito digno y respetuoso de la historia original. De entrada, la decisión de acabar de una buena vez con los culebrones repletos de paja y repetitivos, para centrarse en una historia más limpia y compacta, con subtramas que en vez de estar de relleno, enriquecen la trama principal.
            No importa si El Hotel de Los Secretos no logró los niveles de audiencia de la tan deficiente (y hasta burda) Rosa de Guadalupe. Como televidente, ¿qué nos importa? Si al menos, para los que seguimos ese Hotel de los Secretos, atestiguamos el inicio de una nueva tendencia en la que se nota un esfuerzo y, en especial, el verdadero talento de un gran equipo de diseñadores de vestuario, ambientadores, escenógrafos, camarógrafos, iluminadores, maquillistas, peinadores…  hasta lograr un tipo de producto de lo más digno que, ya veremos (tiempo al tiempo) logrará acaparar más audiencia, en caso de seguir por el mismo camino: series de 40, 60 u 80 capítulos, ya sin necesidad de recurrir a la tediosa paja. Y esto, como ejemplo también para los culebrones ya obsoletos.
            Bien por El Hotel de Los Secretos, sin pasar por alto, también, el super elenco, mezclando actores y actrices de gran valía, con caras nuevas o poco vistas en televisión, dando por resultado lo que muchos televidentes ansiábamos desde hace años: algo nuevo.
            Trabajo impecable, redondo, cuidado en todos y cada uno de sus detalles, hasta en su último capítulo, aquí sí, con un Gran Final, sin la clásica boda, sin prisas, sin rellenos. Todo muy al nivel de lo que vimos en sus 80 episodios. Y lo mejor, como debe de ser, un final de sólo una hora. Y más original con la feliz pareja de Ángela y Lupe, rumbo a la realización de su amor.

            Un ejemplo más de que se puede. Claro que se puede. He aquí el camino a seguir.

1 comentario:

  1. Lo admiro y respeto mucho, pero en este caso Difiero de usted.. Gran hotel fue grandiosa, excelente y súper adictiva.. Serie Bastante ágil que nos mantuvo atrapados desde el capitulo 1.. Ahora si hablamos de esta version fue.. súper lenta, sin el ritmo de la original. Aquí el fallo fue la adaptación lenta y sin chispa, extendieron situaciones que se tornaron aburridas. Next no le llego ni a las patas a Gran hotel.. eso sin mencionar que el gris y feo de Erik elias no se compara con Yon gonzalez( el prota original) y Irene azuela es buena actriz pero no tiene el carisma ni la belleza para protagonizar una telenovela.. Ahí el fracaso de esta versión: adaptación sin ritmo y protagonistas desangelados

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