“LA VIDA TE DA SORPRESAS”
“Sorpresas te da la vida”, dice la canción de Rubén
Blades, refiriéndose al legendario Pedro Navaja. Sorpresas, sí. Y mucho mejor,
cuando son agradables, cuando te dejan algo en el corazón.
Sorpresas
a cargo del actor y cantante Jorge
Gallegos.
Lo había visto en varias
telenovelas. Pero las dos que más recuerdo fueron La Mujer Del Vendaval (la
primera en la que lo escuché cantar) y, principalmente, en Yo no Creo en Los Hombres.
Lencho y Orlando, dos personajes totalmente diferentes que, al compararlos, me
dieron la pista, como una llamada de atención: un actor joven y con gran
presencia en pantalla que, además, cantaba (y bien), como lo constaté gracias a
su personaje de Lencho. Pensé que en muy pocas ocasiones se conjuntan dos
elementos tan importantes: un actor cantante.
Entonces,
vislumbré un gran futuro en este muchacho, en el que, luego, descubrí otra cualidad:
la sencillez, aunada a su calidad como persona. Algo también muy difícil de
encontrar, no sólo en el medio artístico. También en la vida misma.
Bastó
un simple detalle: cuando hizo pareja con la actriz Estefanía Villarreal en Yo
no Creo en Los Hombres, tanto me gustó la parejita, igual que el contraste
de los dos personajes y, claro, las actuaciones de ambos, que en este mismo
blog, me nació dedicarles un Cuadro de
Honor, como un modesto reconocimiento.
Vino
entonces una primera sorpresa: mensajes de agradecimiento en Twitter, por parte
de ambos, de Estefanía y de Jorge. Muy en especial en el caso de él. No recuerdo
las palabras exactas, pero sí, el sentimiento que pocas veces me ha transmitido
un artista, a cambio de un reconocimiento tan sencillo, gracias al cual,
esporádicamente, a través de mensajes directos, me mantuve en contacto con
Jorge. Mensajes breves, cotidianos. Hasta que una vez tuvo el detalle de
invitarme a una obra (creo que de Teatro en Corto) a la que no pude asistir. No
recuerdo el motivo.
Lo
vi en otras telenovelas, siempre pensando que se trataba de un actor al que
estaban desperdiciando, sin explotar todo su potencial. Y, sobre todo,
preguntándome ¿por qué al señor no le daban una muy merecida oportunidad en
algún musical o lanzándolo como cantante?
El
año pasado (1917), cuando en las redes sociales, me enteré del proyecto de una
bioserie sobre Pedro Infante, me
acordé de Jorge y me lo imaginé perfectamente encarnando al ídolo. Segunda
sorpresa: cuando, gracias a una seguidora en Twitter, lo vi una foto,
caracterizado como Pedro, y me enteré que era uno de los candidatos para el
personaje. Ni mandado a hacer. La similitud era asombrosa. ¡Parece que, por fin
le van a hacer justicia −pensé−, con un muy merecido protagónico! Pero no fue
ahí, sino en la bioserie de la señora Silvia
Pinal, donde la productora Carla
Estrada tuvo el buen tino de concederle el personaje del carismático Pedro
Infante.
Hasta
que, más recientemente (ya en octubre de 2018), una tercera sorpresa: la
reposición del musical El Beso de la Mujer Araña, con la
gran Chantal Andere. Y a cargo de
uno de los personajes centrales: Jorge Gallegos, debutando en un musical. El
productor Juan Torres, quizás,
pensando lo que yo siempre he pensado, tuvo la visión que otros no tuvieron
antes. ¡Vaya! ¡Hasta que a alguien se le ocurrió!
Cuarta
sorpresa: luego de varias semanas del estreno y de que yo, por una razón u otra
no había podido ir al Teatro Hidalgo a ver El Beso de la Mujer Araña (de la que
ya había leído el libro, visto la película, el musical de Broadway y la versión
mexicana, en 1997), a punto de comprar dos boletos (vía Ticketmaster), una
noche, en mi buzón de mensajes de Twitter, el corazón me dio un vuelco: una
invitación del mismísimo Jorge Gallegos, para verlo en el musical que, por si
fuera poco, es uno de mis favoritos.
Gran
detalle que trajo consigo la quinta y definitiva sorpresa. Ya estaba al tanto
de los atributos de Jorge, ya me lo había imaginado en algún musical, pero en
esta ocasión (más bien, oportunidad), en medio de una producción esplendorosa y
de primer nivel (que nada le pide al montaje de Broadway), por primera vez vi y
escuché a Jorge Gallegos en, constatando todo ese potencial del que yo ya tenía
referencias, pero nunca, como lo vi en ese escenario, con una voz espléndida.
Un personaje a su medida, para sacar fuera y demostrar con creces, lo que el
señor es capaz de transmitir en un escenario. Sí, un gran señor del escenario
que con este Beso de la Mujer Araña, da el que, seguramente, es el paso más
importante en su carrera, como uno de los actores y cantantes mexicanos más
completos y versátiles. Lo más importante: dándole al clavo con su personaje de
Valentín, con todos y cada uno de sus matices, logrando una interpretación
sublime que en muchos momentos, hizo que se me erizara la piel. ¡Bravo, señor
Gallegos! ¡Bravo, campeón! El que persevera, alcanza. Y como dice Rubén Blades:
la vida te da sorpresas. Y a mí también.
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