VUELA, MARÍA MAGDALENA
¿Cuántos millones se habrán invertido en esta super
producción? ¿Cuánto talento? ¿Cuánto trabajo? ¿Cuánto amor y cuántos sueños? La
inversión salta a la vista, desde sus primeras escenas, desde su primer
capítulo: el gran nivel de la producción, a la altura de las mejores y más
fastuosas que se han hecho para televisión. Incluso, para cine. Porque la
manufactura de la teleserie María Magdalena cumple con los
parámetros más exigentes. Se nota la dedicación, el esmero en cada uno de sus
detalles y, sobre todo, el gran esfuerzo con tal de lograr un producto óptimo
que pudo ser un parteaguas en la historia no sólo de una televisora como
Azteca; también de la televisión latinoamericana.
Sin
embargo, parece que tanto talento (comenzando por el de los escritores de la
historia y el de todo el equipo de producción, culminando con el del elenco) no
fue tomado en cuenta, como debería serlo, de acuerdo al limitado criterio de
quienes manejan la televisora, sin haber permitido que fuera el público quien
decidiera finalmente. No bastó tanta inversión, tanto talento, trabajo y
esmero, primero, porque no existió una estrategia publicitaria para el
lanzamiento de María Magdalena y, por lo tanto, la promoción fue casi nula.
Muchos ni se enteraron de su existencia. Y después, a pesar de ser una serie
que debería ser presumida a nivel internacional, otorgándole a Azteca el
prestigio que nada mal le caería, como el producto más notable que jamás había
logrado, fue programada en el canal equivocado, Azteca 7. ¿Por qué no Azteca 1
que cuenta con mejor y más amplia cobertura? Y luego, el cambio de horario
desde sus primeros capítulos. ¿Querían que desde el principio se posicionara en
el prime time que le dieron,
compitiendo o derrumbando los niveles de audiencia de la telenovela estelar de
Las Estrellas? ¿Pensaron que los televidentes caerían solitos, sin la
publicidad adecuada?
Ni siquiera
le dieron tiempo ni la oportunidad de lograr, al menos, un mediano
posicionamiento que, sin embargo y a pesar de todo, logró finalmente. No los
niveles que quizás esperaban, pero sí un lugar digno entre muchos televidentes
que tanto criticamos lo que se hace en el rubro de las series y telenovelas de
otras televisoras. Para colmo, cambios de horario: de las 21:30 a las 22:30 y a
veces, a las 23:00 horas. Y todo, sin previo aviso.
Y no conformes,
de repente anuncian el “final de la primera temporada” y peor, el “fracaso” de
María Magdalena, porque no logró el rating suficiente. Y no por culpa de ella, sino
de los malos manejos, falta de visión y apoyo por parte de la televisora.
HABLA LA PROTAGONISTA
Conmueven las palabras de María Fernanda Yepes, la protagonista (María Magdalena) en su
cuenta de Instagram, publicando valientemente su sentir:
“Necesito escribir estas palabras, porque tengo la necesidad
de expresar la profunda impotencia que me causa esta noticia. Cuando empezamos
las grabaciones de María Magdalena, todo
apuntaba a que seria un Gran Proyecto, supuestamente ‘La apuesta más ambiciosa’
de las producciones televisivas del 2019. ¡LA GRAN APUESTA! que es con lo que
yo me quedo de toda esta experiencia. Durante los meses de grabación disfrute
como pocas veces había disfrutado en una producción. Todo en este proyecto fue
hecho con mucho amor, gracias a la entrega absoluta de cada uno de los
compañeros que se embarcaron en la misión de contar esta historia épica,
cautivadora y tan diferente a la oferta habitual de telenovelas actuales. Narrábamos
con orgullo algo nuevo: el mundo y la fascinante aventura de una mujer verdaderamente
inspiradora, mágica, poderosa. Meses de compartir con un equipo de trabajo
impecable, meses de tejer e hilar fino nuestras escenas, hechas con sumo
cuidado, elegancia, profesionalismo, pasión y rodeada de los mejores
compañeros, además de contar con un elenco excepcional. La verdad, todos
estábamos tan pero tan ilusionados de mostrarles esta historia que habíamos
hecho con tanto cuidado, que no se alcanzan a imaginar la emoción y el amor con
el que estábamos esperando que por fin, un día, saliera a la luz. Y de repente,
como muchas cosas en la vida... sucedió lo inesperado. El hijito que habíamos
engendrado y parido entre todos, con tanto cariño y esfuerzo, fue lanzado a la
mar, para emprender su aventura allende los mares. Pero, desgraciadamente,
jamás llegó a puerto. La tarea ya estaba hecha y con toda la fe, confiamos en
que la nave no fracasaría en su desempeño. Pero... ese velero fue maltratado
por la ‘tormenta’ por las “’mareas’ de acá y de allá, y ante semejante panorama,
es difícil que ciertos objetivos se puedan cumplir. Llegados a este punto solo
queda AGRADECER. No les niego que me entristece PROFUNDAMENTE esta derrota.
Ahora sólo me queda decir: Vuela MAGDALENA. Tu legado es más grande que un
simple rating de televisión. Eres grande e inmortal. Y al público que la amó,
debo decirles GRACIAS de todo corazón, con ustedes fue más que suficiente”.
TIEMPO AL TIEMPO
En lo personal, apoyo cada una de las palabras y, en
especial, el sentimiento de impotencia que me transmite María Fernanda. Sin
embargo, no estoy de acuerdo con la palabra “fracaso”. La calidad, el esfuerzo
y el amor que se entregan a un trabajo tan espléndido, jamás serán un fracaso.
Al contrario, un éxito ejemplar que tarde o temprano rendirá sus frutos, muy a
pesar del corto criterio y falta de apoyo por parte de quienes no supieron
valorar la joya que finalmente es María Magdalena, una María
Magdalena inmortal −como dice María Fernanda− que, finalmente (ya lo
veremos), llegará, seguro, a otros puertos y a nivel internacional.
Simplemente, por ahora, no llegó al puerto indicado. Pero hay muchos más, María Fernanda Yepes, actriz de
primerísimo nivel (más que demostrado), igual que todos y cada uno de los
integrantes del elenco que brillaron a pesar de todo, sin olvidar, claro, a Manolo Cardona y al siempre pulcro Luis Roberto Guzmán.
El vuelo de
Magdalena, apenas está despegando. Y eso deben saberlo Sony y Dopamine, las
compañías productoras que le dieron vida a María Magdalena. Tiempo al tiempo.
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