¿Qué
Culpa Tiene Fatmagül?
Ninguna. En todo caso, más que culpa, la hazaña (sin exagerar y desde mi punto
de vista) de taparle la boca a todos aquellos (incluidos productores de
telenovelas mexicanas) que opinan que en el género del melodrama, ya no se puede
dar nada nuevo y que, bajo esa premisa (como simple pretexto) es tan común y
hasta válido que (además de los tan socorridos y casi siempre deficientes
refritos) escritores y adaptadores tengan la libertad de copiar no sólo
anécdotas de otras historias (muchas veces al pie de la letra), sino hasta
fusilarse tramas completas.
Pero
la hazaña de ¿Qué Culpa Tiene Fatmagül?
no es sólo una. Son varias. La primera y quizás la más importante: la historia
como punto de partida, basada en la novela Fatmagül'ün
Sucu Ne, de Vedat
Turkali, hábilmente adaptada por dos espléndidas escritoras turcas: Ece Yörenç y Melek Gençoğlu que, se
nota, se esmeraron en demostrar que, en efecto, sí se puede relatar un
melodrama diferente, sin recurrir a los clichés de siempre.
Porque
el proceso dramático de esta serie en dos temporadas, aunque con apariencia de
telenovela que, finalmente, es un melodrama de altos vuelos, está tan bien
realizado (algo de lo que carecen muchas telenovelas o series) que uno como
televidente, logra involucrarse con la trama desde el primer capítulo y, sobre
todo, dejarse llevar por esta historia de amor que parte de un conflicto tan
violento: la violación de la cándida protagonista (Fatmagül), siendo forzada, por cuestiones culturales, a casarse con
uno de sus presuntos agresores (Kerim)
quien, poco a poco y según transcurren el resto de los capítulos, nos damos
cuenta que no carga con ninguna culpa y, más bien, se convierte en el amor de
su vida. Algo que hasta ahora (al menos en México y América Latina) no habíamos
visto en televisión y, menos, en tantas y tantas telenovelas en las que la
estructura es tan parecida: la pobre que se enamora del rico y ya en el
capítulo final (luego de intrigas y situaciones también similares), terminan en
la clásica boda, como escena final. Y todo esto, rodeado de la consabida paja y
rellenos, villanos ñaca ñaca, cortados con la misma tijera que (también en los
capítulos finales), reciben su merecido castigo.
Entonces,
para empezar, cierto que ¿Qué Culpa
Tiene Fatmagül? es una historia de amor. Una gran historia de amor, pero
diferente y que va cuajando poco a poco, en su justa medida, sin que a lo largo
de su proceso, decaiga el interés.
Otra
hazaña, el talento, naturalidad y presencia en pantalla de cada uno de los
integrantes del elenco, a cargo de personajes tan creíbles (hasta en su
vestuario) que, aunque la historia se desarrolle en un país lejano, con una
cultura y costumbres tan diferentes a la occidental, logran la identificación
con el televidente y, finalmente (sobre todo los buenos), se vuelven
entrañables y hasta se ganan nuestro cariño.
Aunado
a todo esto el gran nivel de producción, los escenarios, las locaciones y hasta
la música y el vestuario, sin pasar por alto la dirección, logrando, más que
una simple telenovela o serie: una verdadera obra de arte que bien se merece todo tipo de halagos y los altos
niveles de audiencia que ha conseguido en todos los países donde se ha
transmitido, como todo un suceso.
Gracias
a Azteca (sin querer queriendo y
casi por accidente, cuando tomaron la decisión de interrumpir su propia
producción de telenovelas), conocimos a Fatmagül
y su historia a la que, luego (aquí sí de su Gran Final), vamos a extrañar,
en especial a sus protagonistas: Beren
Saat y Engin Akyürek.
ademas de resaltar, que para quienes hemos visto, otras con los protgonistas de Fatmagul, son realmente un dechado de talento, presencia, carisma, desenvolvimiento escenico, humildad, y se nota que son capaces de entregar en cada trabajotodo fisicamente a favor de la historia, alla no ha que lapestaña, la pose, la falsa modestia, Engin hizo un magistral despliegue de capacidad con Mustafa Bulut, en la serie si yo fuera una nube, un año antes de hacer Fatmagul, es un hecho que se dieron cuenta de la capacidad del joven, y Beren se lucio con la cínica de Bihter, en AMOR PROHIBIDO, donde se destaco antes de Fatmagul, el suelo era suyo y lo supo pisar, asi es como ambos tienen madera ya de reconocidos actores, aun cuando ambos son sumamente jovenes.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarBuenas noches, merecido cuadro de honor, porque se ve que en esta novela cuidaron el más mínimo detalle, en las casas, las habitaciones y el restaurante había mucha estética (amé sobretodo las macetas y plantas), los personajes estaban caracterizados de acuerdo a su nivel de vida, a Fatmagül y a Kerim por citar un ejemplo, observé que repetían ropa, cosa que nunca he visto en otras novelas mexicanas donde la protagonista, a pesar de ser pobre siempre estrena a diario y luce como recién salida de una estética. En esta novela Fatmagül hasta se le veía en ocasiones un poco despeinada, lo cual ayudaba a reafirmar su credibilidad como personaje real, luciendo como lucimos todas las personas comunes y corrientes, y creo que precisamente por esto es que esta novela tiene tanto éxito porque el televidente se siente cercano a un personaje que luce como cualquiera de nosotros.
ResponderEliminarEs de destacar además que la pareja entre Kerim y Fatmagül no empezaron pobres y terminaron siendo mega ricos como las historias de siempre que ya nos tienen hasta el gorro, representan a la mayoría de las personas, clase media, loo cual también ayuda a que nos encariñemos con estos personajes. Otra cosa que llama la atención es que aquí se dignifica y da Realce a la mujer como en quizá ninguna otra novela, Ender, Lale y Melten vencieron a los hombres Yasarán, en particular al poderoso Resat, Asú trascendió y sobra decir que Fatmagül demostró una fortaleza y lucha como ninguna, su fortaleza es superior a la de Kerim inclusive llegando éste a reconocerlo cuando iban a la sicóloga pues de la derrota tomó valor y logró justicia y la reinvidicación de su honor y dignidad, se superó y Ojo que esto es distinguible si tomamos en cuenta que esta historia nos llega de un país preponderamente musulmán mientras que en un país libertario como México no deja de mostrar en sus telenovelas a las mujeres como cuasiadornos, muñecas de aparador, mujeres-objetos para novelas con excesos de escenas sexuales para sostener historias vacías con carencia de argumentos de interés.
Una gran historia que aborda un tema como lo es la violación desde la perspectiva socio-cultural y la emocional cuando muestra la psíquis hecha pedazos de Fatmagül.
Serie con detalles tan bellos como el modo de tomarse las manos entre Kerim Y Fatmagül, y en donde los ojos de los actores reflejaban de verdad lo que estaban diciendo o pensando, de verdad que reflejaban sus emociones, gran trabajo actoral. Conocimos un poco de Turquía y sus superticiones, como cuando se espantaban y se metían el dedo a la boca para regresar el alma", echar agua cuando una persona se va como lo hacía Halide con Mustafá para que se "vaya como agua y vuelva como el agua", el pisotón del pie cuando una pareja se casa que quiere decir que el o la que propine dicho pisotón mandará en la casa y hasta cuando se tocan la cara al terminar de rezar (el salat) y muchas otras cosas tan turcas.
Ahora quiero verla en su idioma original porque se que desgraciadamente en latinoamerica la editaron y le quitaron varias escenas, no se porque, siento haberme extendido tanto pero es que esta novela de verdad que me conquistó, saludos.
Gracias, Tania por tu comentario.
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