Una
verdadera hazaña,
digna
de tomarse muy en cuenta
y
que sirva como ejemplo para
otros
escritores y adaptadores
y,
en especial, productores.
Lo Que la
Vida me Robó es algo más (mucho más)
que un simple remake, de esos que abundan en los últimos años y que nunca
habían logrado (al menos de esta manera) lo que ha conseguido la telenovela:
arrancar con fuerza y (a pesar de los parches, para alargarla), mantenerse y,
más que eso, crecer cada vez más en intensidad, en fuerza y, casi a diario, con
momentos de gran clímax que la han convertido en toda una joya y un buen
ejemplo de que en estos tiempos de tanto refrito o adaptaciones al aventón y
sacadas de la manga, se puede crear un producto, aquí sí, digno de importación,
para orgullo de México.
Muy en especial, hay que mencionar la labor de los
adaptadores, encabezados por Juan Carlos
Alcalá, quien, indudablemente, aquí logra su mejor trabajo (muy superior al
de otras historias que antes adaptó), seguramente, gracias al equipo de
escritores que lo apoyan, como Rosa
Salazar y varios más. Ellos son los verdaderos héroes de la telenovela,
porque, sin esa adaptación y los impecables libretos, de nada serviría el gran
reparto y ni la productora (Angelli
Nesma) y los directores, hubieran podido crear tal maravilla. Lo que en la
televisión mexicana tanta falta hace. Y conste que no me refiero sólo al alto
rating que ha mantenido Lo Que la Vida
me Robó a lo largo de varios meses y
desde su arranque, sino, más bien, al nivel de calidad, a lo que como
televidente, uno percibe capítulo tras capítulo, escena tras escena: ingenio, dedicación
y, en especial, esmero, para apartarse (y por mucho) del resto de las
telenovelas de la barra del Canal de las
Estrellas y, sobre todo, de la competencia, de las otras televisoras, en
especial, Azteca 13 y sus producciones mediocres a lo largo ya de tantos años.
Por si fuera poco, luego de los más recientes
capítulos de Lo Que la Vida me Robó, igual
de ágiles, dinámicos y sorpresivos, a pesar de tratarse de una historia que ya
conocíamos, la telenovela se muestra incontenible, mostrando que (sin necesidad
de rellenos ni ocurrencias baratas) se avecinan más acontecimientos al rojo
vivo, desbordándose en todo su esplendor. ¡Bravo!
ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CON EL CRITICO SOBRE ESTA TELENOVELA, ES MUY EMOCIONANTE CADA DIA, Y NO SOLO PORQUE SOY HERMANA DE UNO DE LOS ADAPTADORES FERMIN ZUÑIGA, SINO PORQUE SON TREMENDOS CREATIVOS, FELICITO A LOS ESCRITORES Y LES ENVIO UN ABRAZO
ResponderEliminarPues qué suerte tener un hermano tan talentoso y con tanta creatividad e ingenio. Es lo que tanta falta les hace a las telenovelas mexicanas y que, por desgracia, las televisoras y los productores no acaban de entender.
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