sábado, 5 de abril de 2014

CON MELÓN O CON SANDÍA


Resulta que en varias redes sociales
se ha armado tremenda controversia:
seguidores de la telenovela ‘Quiero Amarte’,
proponen cambiar el rumbo original de la
historia y que, al final, el galán no se quede
con la protagonista, sino con la antagonista
que gana cada vez más adeptos.

Y en caso de hacerle caso a los opositores, la tan fallida adaptación de esta historia, hasta podría anotarse un detalle original, lo cual no resulta tan descabellado ni nuevo, si recordamos que hace dos años en La Que No Podía Amar, se dio un caso similar, a pesar de que en sus anteriores versiones (Monte Calvario y Te Sigo Amando), como es común en los melodramas, la heroína y el galán, finalmente acaban juntos, luego de enfrentar toda una serie de obstáculos y adversidades. Pero en La Que No Podía Amar, el villano (Jorge Salinas), gracias a la adaptación, se volvió bueno y, de paso, opacó al galán (José Ron) quedándose con la heroína (Ana Brenda Contreras).
Así que no estaría mal que en Quiero Amarte suceda algo por el estilo, pero ahora en el caso de Amaya (la protagonista) y Constanza, su rival en amores.
¿A cuál le va? ¿Cuál de las dos merece quedarse con Max, el galán (Cristian de la Fuente? De entrada, si analizamos, Constanza (Adriana Louvier), parece que se ha ganado a pulso el triunfo, a pesar de que, en su momento, como la novia oficial de Max, lo dejó plantado en el altar, simple y sencillamente porque el metiche de Salvador (Ricardo Franco), supuesto gran amigo de Max, le fue con el chisme de que el novio la engañaba con Amaya. Y Constanza (punto en contra), sin investigar ni contar con pruebas, le creyó. De paso, luego de la boda frustrada, se consoló con el tal Salvador y hasta huyó con él. Muy bonito. Pero, bueno, luego, se arrepintió y, además de que salió con el tan trillado ‘domingo siete’ (léase “embarazo”) por obra y gracia de Max, entonces sí, decidió volvérselo a ligar, lo cual, no le costó mucho trabajo, después de que la incongruente de Amaya, en su afán de venganza (más fuerte que su amor por Max), de buenas a primeras, aceptó casarse con su desalmado y maligno hermano, César (Flavio Medina), así nada más.
Por otro lado, Karyme Lozano (Amaya) tiene varios puntos en contra. Luego de alejarse de las telenovelas durante años, de pronto, regresa como protagonista, aunque ya no está en su mejor momento, como cuando protagonizó telenovelas como Tres Mujeres o Niña Amada Mía. Y, luego, la evidente falta de química con Cristian de la Fuente (además de los chismes de que no se llevan bien) y, para colmo, las ocurrencias de las escritoras, le han restado puntos como heroína, desdibujando su personaje y volviéndolo incongruente y débil.
En cambio, la Louvier (varios años más joven que la Lozano) y contando con el tesoro de su embarazo (además de que dejó los berrinches y se volvió más sensata), le lleva la delantera. Aparte, más fresca, sin remilgos y (también se nota) logrando verdadera química con el galán.
Total, parece que a Max, el galán, como que le da lo mismo: con melón o con sandía y ahora, ya hasta le propuso nuevamente matrimonio a Constanza, mientras que Amaya, por bruta e incoherente, no disimula su rabia, cuando hace poco, a raíz del mentado y aparatoso accidente automovilístico en el que, afortunadamente, Max y ella sobrevivieron, bien que abusó del muchacho, cuando (a raíz de la picadura de una serpiente venenosa, le salvó la vida y, de paso, aprovechando que el pobre estaba delirando, no pudo controlarse y le ganó la calentura (que ella llama ‘sentimiento’), aparte de jurarle que es el amor de su vida. Pero, claro, luego (absurda al fin), negó todo y, como buena mártir, se resignó a continuar con César, en su afán de venganza.
Entre tantas situaciones descabelladas y sin sustentos reales, ninguna de las dos (Amaya y Constanza), y ni siquiera las actrices, tienen la culpa. Más bien, todo es obra de las escritoras que, se nota, han armado su historia al aventón y, aparte de destrozar la trama original (Imperio de Cristal), se han dado vuelo con ocurrencias sacadas de la manga. Ahí están los resultados: denigraron a la heroína y enaltecieron a la rival. Así que si al final Constanza se queda con Max, bien merecido y, sin querer queriendo (como diría el Chavo del 8), lograrían un final inesperado.

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