martes, 23 de diciembre de 2014

CUADRO DE HONOR ESPECIAL A LORENA MERITANO


En este 2014, a punto de concluir, este humilde y sencillo homenaje, pero de todo corazón, a una actriz de origen argentino que inició su carrera en plena adolescencia, hasta que en 1994 debutó como actriz de telenovelas en México, concretamente en Televisa, como antagonista de Prisionera de Amor, compartiendo créditos con Maribel Guardia y Saúl Lisazo. Un comienzo que, con el paso del tiempo, la llevaría –siempre en constante evolución– a convertirse en una de las pocas actrices a nivel internacional: España, Estados Unidos, Perú, Venezuela, Colombia y, por supuesto, su natal Argentina.

            Pero más que su brillante y siempre ascendente trayectoria. Más allá de su talento innegable y su belleza deslumbrante (por dentro y por fuera), hay que reconocerle su espíritu de lucha, como toda una guerrera, capaz de enfrentar y superar una enfermedad como el cáncer, con optimismo y valentía, como una lección de vida que ha sabido compartir con su gran legión de seguidores, como un ejemplo de lucha y esperanza, el de una mujer sorprendente que, además de admiración y cariño, se ha ganado también el respeto de todos aquellos que la conocemos (y que somos muchos), sembrando en cada uno, algo tan importante como la fe, principal arma de combate ante cualquier adversidad que nos presenta la vida.

            Diosa, guerrera. Lorena Meritano está cerca del desenlace de este capítulo en su vida, que ella toma como un gran aprendizaje que la hace más grande todavía, como un ser admirable. El amor obra milagros y aquí, tenemos la muestra fiel de que sí se puede.

viernes, 19 de diciembre de 2014

CUADRO DE HONOR A XIMENA HERRERA


Por el simple hecho se ser una de las actrices jóvenes en la actualidad, con tres características primordiales y que no todas poseen: belleza (¡qué cara, qué ojos!), talento y personalidad. Y por otro lado, porque actualmente, en la telenovela Hasta el Fin del Mundo, injustamente y desperdiciando sus alcances, le ha tocado un personaje (supuestamente, antagónico) un tanto gris (Aracely, ex novia de Salvador) que, sin embargo, Ximena Herrera ha sacado adelante y hasta darle brillo en las breves y, en ocasiones, esporádicas escenas en las que le ha tocado intervenir, a pesar de no ser la protagonista (algo que Televisa nunca le ha concedido), luego de haber estelarizado telenovelas como Infames (de Argos TV) y, más recientemente, la galardonada serie El Señor de los Cielos (de Telemundo), en su primera y segunda temporada, como la esposa y gran amor de Aurelio Casillas, compartiendo créditos con Rafael Amaya, el personaje central.

Una actriz de origen boliviano que empezó desde abajo, con pequeños papeles secundarios en telenovelas como La Madrastra y, poco a poco, logró roles más importantes, siempre, con actuaciones impecables, incluso, como mencionamos, en Hasta El Fin del Mundo, donde, por momentos, su calidad histriónica se impone y, de paso, opaca a la protagonista.

Una artista completa, comprometida y, por si fuera poco, con aptitudes como cantautora que, sin embargo, no ha explotado del todo, como una más de sus monerías.

Ya llegará el momento en que Televisa le dé el lugar que merece en una próxima producción. Aunque, de no ser así, no importa. Ximena ya demostró que en otras televisoras, sí han sabido aprovecharla, otorgándole el lugar que merece.

jueves, 11 de diciembre de 2014

CUADRO DE HONOR A ESTEFANÍA VILLARREAL Y JORGE GALLEGOS


Para Estefanía Villarreal y Jorge Gallegos. Doris y Orlando en Yo No Creo en Los Hombres. Dicen que no hay papeles pequeños y sí, buenos actores que, respaldados por personajes tan bien delineados, aprovechan las escenas que les corresponden, con una entrega que salta a la vista.
Entre tantas desgracias y hasta sangre, Doris y Orlando, tejiendo poco a poco una bonita y emotiva historia de amor, resultan como una bocanada de aire fresco, cuando aparecen, aunque sus intervenciones sean más breves de lo que uno quisiera. No importa. Se disfrutan igual sus escenas.
            Dos actores con talento evidente y, sobre todo, con esas ganas (también notables) que le imprimen a su trabajo, ante la oportunidad de dar vida a dos seres, capaces de plasmar toda una gama de sentimientos con los que muchos se identifican.
            Ella, creciendo cada vez más como actriz, telenovela tras telenovela, con un carisma y encanto que siempre la han distinguido.
Y él, por su parte, labrándose, poco a poco una sólida carrera, combinando la actuación con su faceta como cantante, igual que lo hizo en su anterior telenovela, La Mujer del Vendaval, donde interpretó el tema Se Me Desgarra el Alma, que servía para cerrar la telenovela. Y ahora, en Yo No Creo en Los Hombres, con otra canción: Uno en Vez de Dos, en las escenas de amor, primero con Isela y luego con Doris. Esperando (a juicio de gran parte del público) que finalmente, sea ella la afortunada. Se lo merece. Se lo merecen los dos.

domingo, 7 de diciembre de 2014

CUADRO DE HONOR A ADRIANA LOUVIER

Es otra que estudió en el CEFAC (Centro de Formación Actoral) de Azteca y, al igual que antes sucedió con Bárbara Mori y Silvia Navarro, después de trabajar en telenovelas intrascendentes y con papeles, por lo general secundarios, se pasó a Televisa. O sea, Azteca las forma y Televisa las aprovecha.
Y de entrada, le dieron un antagónico en Corona de Lágrimas, para, luego, seguir con otro antagónico (pero de menor relevancia) en Quiero Amarte, una telenovela equis, igual que su personaje, supuestamente antagónico, de Constanza… Y de repente, cuando parecía que la iban a encasillar con antagónicos, dio la gran sorpresa como María Dolores, protagonista de Yo No Creo en los Hombres.
Adriana Louvier por fin es aprovechada con todo su potencial, comenzando porque su rostro y presencia en pantalla son los de la clásica heroína melodramática. Buena actriz y llora bien bonito. Se lo merece, porque además, también cuenta ya con una trayectoria en cine (la más reciente, Más Negro que la Noche) y con dos obras de teatro, además de series.
Lo más importante, además de su frescura, es su sencillez y la ubicación que le ha otorgado el haber empezado desde abajo, con papeles pequeños. Y por si fuera poco, es de ésas que hasta te agradecen un comentario en twitter, no tanto a mí que me dedico a esto, sino a la mayoría de los fans y personas que le reconocen su trabajo. Y por si fuera poco, bonita.

sábado, 6 de diciembre de 2014

CUADRO DE HONOR A SUSANA GONZÁLEZ


Para Susana González por su trabajo en La Sombra del Pasado, porque aunque con una actuación muy breve, se lució como Roberta, entre villana y víctima, especialmente, la semana pasada: primero, cuando se le diagnostica cáncer (por fumadora) y, luego, cuando se suicida, cortándose las venas. Un trabajo al que ella le imprimió gran realismo e impacto, sacándole jugo.

Logró ese tipo de personajes que, aunque aparecen unos cuantos capítulos, se quedan en la memoria, además de que Roberta sirvió para detonar varios conflictos de la trama.

Susana, con 21 telenovelas, casi siempre como dulce y sufrida heroína, dio el gran salto con la villanaza que hace un par de años interpretó en La Que No Podía Amar. Y ahora, luego de una buena mujer (aunque un tanto gris) en Por Siempre mi Amor, su Roberta le dio la oportunidad de lucirse y demostrar que, nada más con este personaje, bien pudo haber dado el salto a Primera Actriz, una actriz con garra y personalidad.

domingo, 30 de noviembre de 2014

CUADRO DE HONOR A GABRIEL SOTO


Para Gabriel Soto, galán y casi super héroe de Yo No Creo en Los Hombres, quien la semana  pasada, para beneplácito de muchos televidentes, le puso tremenda golpiza al villano Daniel (Flavio Medina).

Una golpiza muy bien coreografiada, espectacular, creíble y disfrutable.

Después de tremendo resbalón que le tocó en Libre Para Amarte, a Gabriel, luego de 16 telenovelas, le llegó su gran oportunidad en Yo No Creo en los Hombres, como Maximiliano Bustamante, como punto clave en su trayectoria telenovelera, sirviendo, además como un buen ejemplo de constante superación y entrega, luego de que en otras producciones como Sortilegio, Un Refugio Para el Amor y hasta Amigas y Rivales (donde interpretó algo así como la versión masculina de Betty la Fea), ya había dado muestra no sólo de sus aptitudes histriónicas, sino más que nada (y eso se le aplaude), de ese entusiasmo constante por entregarse de lleno a su trabajo y a cada uno de sus personajes.

La verdad, cuando era integrante del trío Kairo y supimos que había decidido entrarle a la actuación, nunca imaginamos que llegaría tan lejos como actor, paso a pasito. De los pocos que, actualmente, combinan muy bien la imagen de galán-actor, demostrando que sí se puede.

sábado, 22 de noviembre de 2014

DOS JOYAS INJUSTAMENTE IGNORADAS


Algo importante sucede con dos telenovelas al aire: las dos brasileñas de Azteca que, a pesar de su bajo rating, servirían como cátedra para productores y escritores mexicanos.

Telenovelas que saliéndose de los formatos clásicos se distinguen, aparte de la acción, por el elemento SORPRESA, SITUACIONES INESPERADAS y no las trilladas y previsibles tramas.

Rastros de Mentiras, en pleno clímax: la pareja protagónica, Paloma y Bruno, se convierten en contrincantes (tipo Kramer contra Kramer) por la custodia de Paulita.

La Guerrera: donde a diario disfrutamos de capítulos de alta tensión. Con los intentos de escapatoria por parte de Morena, la protagonista, y su amiga, Jéssica, atrapadas en una red de prostitución o trata de personas.

Dos obras de arte que a pesar de su calidad dramática y de producción, están pasando casi sin pena ni gloria, la nula promoción y sus respectivos horarios. Dos telenovelas que, comparadas con las que se hacen actualmente en México, resultan muy superiores y nos muestran la evolución del género.
Lo grave y triste: en todos los países donde se han exhibido, han resultado verdaderos fenómenos, alcanzando altos niveles, menos en México. Por ejemplo, La Guerrera, en Brasil y Argentina, ha llegado a los 38 puntos de rating.


Un consejo a Azteca: si el final de Avenida Brasil, en sábado, obtuvo el segundo lugar de rating en todas las televisoras, incluyendo Televisa, ¿por qué no programar un maratón de Rastros de Mentiras en sábado y de La Guerrera en domingo? Días en los que, por lo general, en la televisión abierta como en la de paga, no hay nada qué ver o puras repeticiones.

CUADRO DE HONOR A ALEJANDRO TOMMASI


Para Alejandro Tommasi, porque a pesar de que la historia de Hasta El Fin del Mundo se ve invadida, cada vez, por más paja y escenas de relleno entre tantos personajes (nuevos y antiguos), el talento y tablas de este señor, sirvieron para una escena memorable, intensa y dramática, cuando doña Greta (Olivia Buccio, una de las actrices más versátiles de México), corre de muy mala manera y hasta humillante y a gritos, al pobre y fiel mayordomo Fausto, indudablemente, creación del actor.
Porque mientras Greta le grita como loca y hasta parece que le sale fuego por los ojos, Fausto, sorprendido y con la mirada nublada, sin creer lo que escucha, asume dignamente el despido, dándole un toque emotivo a la escena. Y todo por haber alcahueteado a las hijas de doña Greta (Sofía y Alexa) en sus respectivos romances con los choferes pobres y de una clase inferior.
A pesar de lo absurdo de la situación (Greta, en su juventud también tuvo amoríos con Paco, un hombre de baja condición), la actuación de Alejandro Tommasi engrandece la escena y hasta sirve para que doña Greta se luzca todavía más en tremendo duelo de actuaciones.
Alejandro Tommasi, actor de enorme trayectoria y talento más que comprobado, asume a la perfección su rol como actor de soporte. Sirve, en efecto, para soportar una telenovela que, como tantas, se ha convertido en un nuevo circo.

viernes, 14 de noviembre de 2014

CUADRO DE HONOR A FLAVIO MEDINA


Para Flavio Medina, por su personaje de Daniel en YO NO CREO EN LOS HOMBRES, por la escena de la semana: cuando violó a María Dolores, la heroína, Adriana Louvier. Una secuencia impecable y dramática, además, con el buen gusto de sugerir la violación, pero quedando claro lo tremendo de la situación, gracias a la escritora, Aída Guajardo.
Cuando llegas a odiar a un personaje es porque está, primero, bien escrito, bien dirigido y, por supuesto, bien actuado, por un actor, que cuenta con el talento y capacidad para hacerlo creíble.
Con Flavio Medina, a pesar de tres malvados seguidos, disfrutas sus actuaciones y por momentos, hasta te resulta simpático por osado, descarado y hasta siniestro, dominado por la madre, la tremenda Úrsula.
Lo mejor, su intensidad y entrega, la forma en que él mismo borda sus personajes y se entrega a ellos con intensidad, viviéndolos realmente. Sí, llegas a odiarlo, pero al mismo tiempo respetas su trabajo y disfrutas sus maldades.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

CUADRO DE HONOR A JESSICA COCH



Pocas actrices cuentan con la capacidad para dejar huella en una telenovela, como lo hizo recientemente Jessica Coch, quien con una actuación especial de sólo una semana en Muchacha Italiana Viene a Casarse, con su personaje de Tania, prácticamente se convirtió en protagonista durante una semana completa y, más, cuando se robó un capítulo entero, el capítulo en el que Tania muere trágicamente, luego de que Jessica fue capaz de interpretar a una alcohólica que se convirtió en personaje entrañable en la historia, como detonante principal de los sucesos que se desatan.
Ya transcurrieron algunas semanas y todavía recordamos (y seguiremos recordando) esas escenas de alto impacto y dramatismo, para las que Jessica es maestra consumada. Más que villana, como la han encasillado, una actriz completa y de las pocas que es capaz de vivir (y sobre todo proyectar) sus personajes con gran intensidad, sin ponerle un pero.
Muy joven aún, pero, seguro, elegida para convertirse en una de las grandes de las telenovelas, con actuaciones impecables y siempre creíbles en las que se nota, entrega el corazón.

martes, 11 de noviembre de 2014

CUADRO DE HONOR A ADRIANA LOUVIER


Es otra que estudió en el CEFAC (Centro de Formación Actoral) de Azteca y, al igual que antes sucedió con Bárbara Mori y Silvia Navarro, después de trabajar en telenovelas intrascendentes y con papeles, por lo general secundarios, se pasó a Televisa. O sea, Azteca las forma y Televisa las aprovecha.

Y de entrada, le dieron un antagónico en Corona de Lágrimas, para, luego, seguir con otro antagónico (pero de menor relevancia) en Quiero Amarte, una telenovela equis, igual que su personaje, supuestamente antagónico, de Constanza… Y de repente, cuando parecía que la iban a encasillar con antagónicos, dio la gran sorpresa como María Dolores, protagonista de Yo No Creo en los Hombres.

Adriana Louvier por fin es aprovechada con todo su potencial, comenzando porque su rostro y presencia en pantalla son los de la clásica heroína melodramática. Buena actriz y llora bien bonito. Se lo merece, porque además, también cuenta ya con una trayectoria en cine (la más reciente, Más Negro que la Noche) y con dos obras de teatro, además de series.

Lo más importante, además de su frescura, es su sencillez y la ubicación que le ha otorgado el haber empezado desde abajo, con papeles pequeños. Y por si fuera poco, es de ésas que hasta te agradecen un comentario en twitter, no tanto a mí que me dedico a esto, sino a la mayoría de los fans y personas que le reconocen su trabajo. Y por si fuera poco, bonita.

domingo, 9 de noviembre de 2014

CUADRO DE HONOR A VICTORIA RUFFO



Victoria Ruffo, la actual y verdadera reina de las telenovelas y garantía de rating, logra el milagro de subir la audiencia (a pesar de que la desperdician con tanta paja y rellenos) en LA MALQUERIDA, como el personaje central, el que hizo Dolores del Río en cine.

Es casi contemporánea de Lucía Méndez y Verónica Castro, pero no tiene cirugías. Y desde los 80 sigue estelarizando. Éxitos internacionales como La Fiera, Juana Iris, Simplemente María, La Madrastra, Victoria... 18 telenovelas en más de 30 años de carrera. Aparte, una señorona y, por si fuera poco, sencilla y hasta simpática. De las pocas que se mantiene como toda una reina y sigue estelarizando, como LA MÁSQUERIDA.

CUADRO DE HONOR A PABLO MONTERO




Porque casi de la nada y en unos cuantos años, aparte de cantante de éxito, se convirtió en socorrido galán de telenovelas, como sucede actualmente en Mi Corazón es Tuyo, donde, como Diego, ha logrado sus mejores escenas, sobre todo en las últimas semanas y a raíz, precisamente, del aparatoso accidente que sufrió su personaje, con escenas intensas y de gran emotividad.

Desde Lazos de Amor y Vivo Por Elena, donde se veía todavía muy verde, poco a poco, en cada telenovela, ha demostrado una superación constante.

Aunque se salvó del accidente, en unos cuantos capítulos, pasará a mejor vida, pero dejando huella en la exitosa telenovela.

sábado, 1 de noviembre de 2014

CUADRO DE HONOR OSVALDO DE LEÓN Y ÁFRICA ZAVALA


África Zavala y Osvaldo de León, Alejandra y Germán, aunque con una historia alterna y de relleno, en varios capítulos de LA MALQUERIDA, parecían ser los protagonistas, con su propia trama, una bonita historia de amor, con su propio drama y su propio villano, Alberto Estrella.

Dos actores con estudios y formación artística, a los que, inexplicablemente, en el género de las telenovelas, no les han dado la oportunidad de estelarizar. Bueno, con excepción del protagónico que, hace años, significó el debut África en Peregrina y otro más, pero compartido, en Amorcito Corazón. Sin embargo, en el caso de Osvaldo, aunque siempre le han tocado personajes secundarios o de soporte, a pesar de que cuenta con una ya considerable carrera en cine, no le han permitido dar el paso al estelar, un paso que se ha ganado a pulso.

Dos actores de primer nivel que en La Malquerida, demostraron una vez más su calidad histriónica y, en especial, el empeño que cada uno puso en su personaje, la intensidad y pulcritud que los caracteriza.

Una minitelenovela que protagonizaron ambos por su parte, como uno de los puntos a favor que mantuvieron a La Malquerida.

viernes, 24 de octubre de 2014

CUADRO DE HONOR A SONIA FRANCO


Tremenda actriz con una facultad que muy pocas poseen, aparte de su imponente presencia en la pantalla. De repente, es villana. Y, luego, por las circunstancias (tipo pobre niña rica) se convierte en víctima. Y las dos facetas le salen bien. Las dos se las crees. De pronto la odias y, luego, la amas.
Luego de varias películas (siempre como estelar) y diez obras de teatro, Sonia Franco es, sin duda, más que toda una revelación, como Ivana, en Yo No Creo en los Hombres, todo un hallazgo de la productora Giselle González. Un hallazgo que está aprovechando con creces su gran oportunidad en esta, ¡su primera telenovela! Aparte de talento, tablas y personalidad, con profesionalismo. Tan profesional que, con tal de encarnar a Ivana y adaptarse a los requerimientos del personaje, aumentó 15 kilos de peso.
Y una hazaña más, destacar en cada una de sus escenas, rodeada de un elenco tan completo y de aventarse verdaderos duelos de actuación con actrices tan enormes como Rosa María Bianchi o hasta la misma protagonista, Adriana Louvier. Y ni hablar de sus memorables escenas con Flavio Medina o Pablo Perroni.

lunes, 20 de octubre de 2014

CUADRO DE HONOR A ARTURO PENICHE


 No sólo porque es un gran actor con 37 telenovelas (algunas en el extranjero) en su trayectoria, sino porque desde hace años, es de los que funge como “salvador emergente”, cuando es llamado para levantar el rating de telenovelas que no están funcionando, como sucedió recientemente con LA MALQUERIDA, en la que a pesar de la presencia de la Ruffo, resultó que la pareja protagónica, Ariadne Díaz y el peruano Christian Meyer, como que no gustaron. No por malos actores, sino por los personajes que les tocaron. Además, entre tanta paja y subtramas insulsas y ya muy vistas como relleno, Victoria Ruffo, convertida en la verdadera protagonista, necesitaba un galán de peso. Y ahí entró Arturo Peniche (con quien ya había hecho pareja en otros teledramas como Victoria). Y ahora, en medio de una historia tan adulterada y deformada, Cristina (la Ruffo) no podía quedarse sola, traicionada y engañada por el cínico de su marido y la hija. Así que, Peniche, se convierte, finalmente, en el galán de Victoria Ruffo, la pareja que salvó a esta deficiente telenovela y, lo más importante, poco a poco hizo que fuera subiendo su nivel de audiencia.

sábado, 18 de octubre de 2014

LLEGA ¡LA GUERRERA!




Pues parece que, como algunos dicen, la decisión de incluir en su programación (sobre todo, en el horario estelar) telenovelas brasileñas, marca la agonía de las telenovelas producidas por Azteca.
Claro que es una lástima dejar sin chamba a técnicos, productores y actores, mexicanos. Pero esto de la televisión es un negocio y para afianzar un horario y competir en serio con Televisa, pues nada mejor que estas supreproducciones cariocas.
Y mientras, Rastros de Mentiras, sigue los pasos de Avenida Brasil, rompiendo con las fórmulas trilladas y acaparando poco a poco más puntos en los niveles de audiencia, el lunes pasado se estrenó LA GUERRERA. Para muestra, basta un botón. Desde su primer capítulo te deja enganchado, sobre todo, porque trata un tema diferente: el tráfico de personas, en especial de bebés recién nacidos y muchachas que, ante la promesa de ganar buenos dólares, caen en una red de prostitución en Turquía. Además, claro, de una (aquí sí) intensa y DIFERENTE historia de amor entre los protagonistas: MORENA Y THEO. Ella, en especial, una heroína que en verdad es una guerrera con mucha garra, precisamente, víctima de esta red de prostitución, toda una industria que genera millones de dólares en diferentes países.
LA ESTRELLA ES LA HISTORIA, ORIGINAL DE GLORIA PÉREZ, también autora de EL CLON, otra de las telenovelas más exitosas en la historia. Y de paso, la producción, las actuaciones, la agilidad de la trama, todo lo que sucede con historias que se entrelazan y no están de relleno.
Así que, aplausos, porque por lo que hemos visto, es otra joya carioca. Gracias, Azteca!

miércoles, 28 de mayo de 2014

SÍ, NO Y ¿POR QUÉ?



La mayoría de las telenovelas
(sobre todo las mexicanas),
son tan previsibles que te adelantan
desde el principio lo que va a suceder:
lo mismo de lo mismo.
Pocas con el ingenio de sorprender
al televidente, como sería el caso
de ‘El Color de la Pasión’.

Aunque la telenovela me enganchó desde el principio, muchas veces me ha sucedido que me equivoco en mis “predicciones”, acerca de lo que va a suceder, porque lo que pasa es algo muy diferente a lo que pensé. Por ejemplo, al principio (lo confieso), comenté que se trataba de una mezcla de otras historias ya conocidas, comenzando por La Mentira, por aquello del muchacho que es asesinado (en este caso, él se suicida) por culpa de una mujer… Y el hermano del muertito, busca venganza. Lo malo es que confunde a la asesina y lo que hace es enamorar a una inocente, creyéndola culpable… Pues no. En El Color de la Pasión, le dieron la vuelta al asunto y sus escritores, hábilmente, detonaron toda una serie de situaciones inesperadas. Y eso no es todo: capítulo tras capítulo, salen con nuevas sorpresas. Pero sorpresas bien sustentadas y no sacadas de la manga, como sucede con otras telenovelas. Y lo mejor es que la creatividad y el ingenio, no se les acaba.
Caso contrario con La Gata. Aparte de ser una historia por demás conocida y ya con dos versiones, no conforme con eso, recurre a los clichés de siempre y de tantas otras historias. El caso más reciente: Corazón Indomable: la muchacha harapienta que, con base a engaños y triquiñuelas de los malos, cree que su enamorado (siempre rico, por cierto) la abandonó y acaba por odiarlo. Y luego, por azares del destino, resulta que la harapienta (o ‘zarrapastrosa’, como siempre la llaman las villanas) resulta que tiene un padre millonario que, finalmente, la convierte en una muchacha rica (que aprende a cultivarse en un santiamén, o sea, de un capítulo a otro), aparte de elegante y poderosa. Los elementos (como siempre) para buscar venganza en los villanos y, de paso, en el inocente (y aparte, menso e ingenuo) galán.
Así que desde el principio, ya sabemos qué pasará en La Gata, cuyo principal atributo (aparte de ser bonita, claro, aún siendo chamagosa) es que cuenta con un vestido negro que no se quita desde que es niña y hasta que se convierte en mujer. Un vestido “mágico” que se adapta a su cuerpo, conforme va creciendo. Y, lo mejor (ha de ser de muy buena calidad, aunque lo haya recogido en un basurero), siempre le queda a la medida.
Así que desde las imágenes de los créditos, ya nos adelantaron lo que sucederá: una historia por demás trillada y, lo peor, de lo más absurda e incongruente que, comparada, por ejemplo, con El Color de la Pasión, es un refrito más, representante de la mediocre decadencia de la telenovela mexicana.

lunes, 19 de mayo de 2014

CUADRO DE HONOR A ACTORAZOS DE UNA TELENOVELA MEDIOCRE


Si no hay historia, una buena historia –y, por consiguiente, buenos personajes– los actores se ven en aprietos, junto con el director de escena. No hay tela de donde cortar. No hay elementos, no sólo para lucirse (como debería de ser), sino, simplemente, para cumplir con su trabajo. Sin embargo, hay algunos que con su simple presencia en pantalla y (seguro) bordando por su propia cuenta sus personajes, con su experiencia, tablas y talento, salen avantes.
Lo hemos visto desde el principio en Quiero Amarte, una pretenciosa adaptación de Imperio de Cristal (la historia original) que ahora, con tantos rellenos, paja y personajes de más, se quedó en el intento. Sin embargo, a pesar de la deficiente adaptación y de personajes sin encanto ni identidad, cuatro actores de primer nivel, se impusieron por su cuenta, con maestría, opacando, incluso, a la pareja protagónica, carente de química, de fuerza y credibilidad, opacada, más bien, por otras dos parejas a cargo de personajes de soporte que, en esta ocasión, cumplieron a las mil maravillas con su misión: servir de soporte y, de paso, soportar la mala historia que les tocó.
Lucrecia, más que villana, brilló (a pesar de las exageraciones de su personaje), gracias a una primerísima actriz como la señora Diana Bracho, con su elegancia característica, porte y distinción. ¿Y qué decir de José Elías Moreno?, a pesar de su incongruente personaje de Mauro, un magnate que, a pesar de haber estado al borde de la muerte, víctima de un infarto, de magnate pasó a super hombre, porque a pesar de los corajes y conflictos que le hicieron pasar (no sólo los villanos, sino también las escritoras), incluyendo el intento de asesinato por parte de su propia mujer, ¡sobrevivió! Es entonces cuando la maestría y talento del actor, pudo más que las barbaridades impuestas a su personaje.
Por el estilo, Olivia Buccio, otra experta en personajes de soporte, quien, a pesar de la sufrida y abnegada Dolores que le tocó sacar adelante, también aportó su granito (o granote) de arena, con esa dulzura que la distingue, respaldada por otro señorón de la actuación, como Salvador Sánchez, quien, con su siniestro y ladino Cipriano, logró con Dolores, varias de las escenas más sobresalientes de la telenovela en deliciosos duelos de actuaciones.
Y de ahí en fuera… Lástima. Porque no es culpa de los actores que (en su mayoría) se vieron imposibilitados de destacar, sumergidos en una historia tan mediocre, floja y confusa, adaptada al aventón. Ni siquiera el pobre de Flavio Medina pudo lucirse (como en otras ocasiones), con su villano César que cayó en la exageración caricaturesca, logrando en muchas ocasiones que, en vez de inspirar miedo, causara risa.

jueves, 15 de mayo de 2014

UNA HEROÍNA DIFERENTE





Con 20 telenovelas y 12 películas,
a sus 34 años (aunque aparenta mucho
menos edad) y su eterna apariencia de
adolescente, Débora Falabella,
menudita y sin necesidad de cirugías,
implantes y demás, es fiel ejemplo de
una protagonista de telenovelas,
cuya principal característica es el talento
y la naturalidad.


Y precisamente por eso, en Brasil –y prácticamente en el mundo entero, donde casi todas sus telenovelas han sido éxitos rotundos– es la fiel imagen de una protagonista diferente, alejada de los artificios que caracterizan a otras en diferentes países, incluido México. Lo está demostrando una vez más en la exitosa Avenida Brasil que en diferentes países ha resultado todo un suceso, aunque no en México, por desgracia, por falta de promoción de la televisora Azteca que, a pesar de otorgarle el horario estelar y de tener oro puro en sus manos, no supo aprovecharla, llegando apenas a los 10 u 11 puntos de rating que, a pesar de todo, significan un logro digno de tomarse en cuenta, si comparamos los inferiores índices de audiencia de las otras producciones de su barra telenovelera y, sobre todo, su manufactura, su nivel, desde la historia misma, nada del otro mundo, pero manejada con agilidad e inteligencia, con escenas y capítulos redondos y, muy en especial con ese toque tan natural en las actuaciones y el desarrollo de lo que sucede en la trama.

Aunque también con su buena dosis de paja (en todos lados se cuecen habas) el conflicto central de Avenida Brasil (el ansia de venganza de Rita, la protagonista, en contra de su malvada madrastra, Carmina y, claro, la historia de amor, tan llena de obstáculos, entre ella y Jorgito) es el principal y más atractivo ingrediente, para mantener pendiente al televidente, a los miles de seguidores que, de paso, le ha robado a Lo Que la Vida me Robó (la líder en rating, y en el mismo horario) que, luego de su abusivo alargamiento, perdió adeptos que cambiaron de canal, para seguir a Avenida Brasil.

No importa su éxito mediano. Lo que importa realmente es marcar un precedente y ver (para quienes están abiertos al cambio) lo que en Brasil se está haciendo: algo diferente a lo que se hace en México, Colombia, Venezuela, Chile y hasta Estados Unidos.

Finalmente, en nuestro país, muchos tuvimos el placer de conocer esta telenovela y, sobre todo, de disfrutar de sus desconocidos actores, incluyendo a Débora Falabella, frágil, sin maquillaje y hasta descuidada en su aspecto, para descubrir a una protagonista diferente y vanguardista, a la cabeza del gran elenco y capaz de sacar adelante su bien armado y bordado personaje.

Para muchos “feíta” y sin chiste, la Falabella, con todo y todo, es (aquí sí), una verdadera reina de las telenovelas. Una reina que, igual, seduce y enamora. Una muestra más de que el talento siempre se impone, muy por encima de los arquetipos, las pestañas postizas, el botox, los senos frondosos, el maquillaje impecable y el vestuario de marca. Ojalá en México, a una Kika Edgar, por ejemplo, de características similares a las de Débora, le otorgaran una oportunidad así.