viernes, 11 de abril de 2014

OTRO TRANCAZO SEGURO


Reúne los elementos indispensables del
melodrama clásico: la muchacha pobre que
se enamora del muchacho rico y, luego de ser
despreciada por la familia de éste,
resulta que es la hija perdida de un
multimillonario que se convierte en su
Pigmalión y la transforma en toda una dama.

Original de Inés Rodena, La Gata, en su versión original (1970), estelarizada por María Rivas y Juan Ferrara, nació con estrella, una estrellota que la convirtió en gran suceso, suceso inolvidable que se recuerda hasta la fecha. Años más tarde, claro, vino el primer refrito: La Fiera (1983), con Victoria Ruffo y Guillermo Capetillo como pareja central. Un suceso más. Y ahora, en 2014, a cargo de la productora Nathalie Lartilleaux, quien, a pesar de bodrios (llámense fracasos) anteriores, como Mar de Amor o Rafaela (historias basadas también en la anécdota de la muchacha pobre y medio salvaje que es conquistada por el muchacho rico), parece que contó con la habilidad (apoyada por buenos adaptadores), para darle al clavo y colocar su anterior producción, Corazón Indomable (la misma burra, pero revolcada, o sea, la pobre y el rico) y conseguir su primer gran éxito, colocando su telenovela en el primer lugar del rating en el horario vespertino que abre la barra telenovelera del Canal de las Estrellas, un horario que durante años, no logró el rating espectacular que mantuvo durante toda su transmisión Corazón Indomable, rayando en los 30 puntos de rating, un nivel muy superior al resto de las telenovelas de la barra, incluyendo a la del codiciado y privilegiado horario estelar de las 21:30 de la noche, en ese entonces, ocupado por un espantoso refrito (producido por su marido, Salvador Mejía), como La Tempestad que, gracias a sus deficiencias en la historia y en la producción, encumbró más aún a Corazón Salvaje, levantando el horario que, después (y por desgracia) arruinó el productor Ignacio Sada con Por Siempre mi Amor (remake de Mi Segunda Madre), gracias al vicio (u obligación) de alargar la historia con rellenos y personajes “chistosos” que nada tuvieron que ver con el conflicto central o la columna vertebral de la trama.
Entonces, ahora, todo indica que la señora Lartilleaux encontró su propia fórmula, al parecer infalible y que muchos otros productores quisieran, aunque, por soberbia, no han tomado en cuenta: espetar la historia original y, en especial, centrarse en la historia de amor entre los protagonistas, explotando al máximo la anécdota romántica y, ojo, con pocos personajes, aunque, claro, con las clásicas “fantasías” y uno que otro absurdo sacado de la manga.
Así que La Gata (versión 2014), siguiendo el mismo molde de Corazón Indomable, aún sin verla, pero sabiendo de qué se trata (y con una historia muy similar a Corazón Indomable, incluyendo al padre millonario que busca a su hija pobre y, luego, la vuelve rica), pinta para un nuevo trancazo. O sea, ir a lo seguro y sin tantas pretensiones. Un melodrama clásico además, con otro gran atractivo que resulta importante: Maite Perroni como la heroína (y rodeada de un buen elenco), con un personaje que le queda de maravilla, el que se merece, el mejor y más importante en su carrera como actriz. Una Maite en su punto, que ni pintada para este tipo de personajes. Además, con un encanto propio (del que otras de su generación carecen), carismática, sencilla, talentosa y, por si fuera poco, con una considerable legión de fieles seguidores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar.